La
autoridad podría definirse como: “la facultad para tomar decisiones que
produzcan efectos”. Quien toma las
decisiones que son obedecidas, aunque quien las toma no ejerza autoridad.
Existen
cuatro tipos diversos: los dos primeros de índole jurídica, forman el poder o
la autoridad propiamente dicha; los dos últimos forman mas bien la autoridad
moral que dan el prestigio, los conocimientos, etc…
La autoridad formal debe
constituir necesariamente una cadena que, en el último término, descanse en la
persona (física o moral) de quien se deriva toda la autoridad de la empresa;
Cualquier rompimiento de esa cadena haría nulo el ejercicio de dicha autoridad.
La autoridad formal puede ser a la vez de dos tipos:
- Autoridad lineal
- Autoridad funcional
Autoridad
operativa
La que
no ejerce directamente sobre las personas, si no que da facultad para decidir
sobre determinadas acciones: autoridad para comprar, para cerrar una venta,
para lanzar un producto, etc.
Estas
decisiones deben ser respetadas y de algún modo obedecidas por otras personas,
pero directamente este tipo de autoridad se ejerce sobre actos y no sobre
personas.
Autoridad
técnica:
Aquella que se tiene en razón del prestigio, la experiencia, la capacidad que
dan ciertos conocimientos, técnicos, prácticos, que una persona posee en
determinada materia. Es la autoridad del
profesional, del técnico o del experto cuyas opiniones se admiten por reconocer
capacidad y pericia.
Autoridad
personal:
La
que poseen ciertos hombres en razón de sus cualidades morales, sociales y
psicológicas, etc. Que los hace adquirir un ascendiente indiscutible sobre los
demás, aun sin haber recibido autoridad formal alguna.
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